sábado, 21 de marzo de 2009

Comienza el viaje



A todo el mundo que nos conoce le extraña que con todo lo que hemos viajado nunca habiamos estado en punta cana.Y la verdad es que hasta a nosotros nos sorprende, porque a priori tiene algunas de las cosas que mas nos gusta: buena playa y magnificos hoteles todo incluido, pero poca cosa que hacer a parte de descansar o divertirte en el hotel claro. Como faltaban 2 meses para la boda y no queriamos quedarnos en casa durante nuestras vacaciones, decidimos buscar alguna oferta y aprovechar para ponernos un poco morenos. Como suele pasar la mayoria de las veces, las mejores ofertas son ganchos, es decir, hoteles de 4* atestados de gente y de no demasiada calidad, asi que al final decidimos gastarnos un poco mas pero asegurarnos una buena estancia. El Hotel elegido fue el Catalonia Royal Bavaro, situado en el mismo complejo Catalonia, tenía la ventaja de ser exclusivo para mayores de 18 años y de contar con servicio "real": todas las comidas a la carta, servicio de habitaciones 24 horas, bebidas premium, habitaciones "suites" y quizas lo mas importante, nada de saturación.


Aterrizamos sin contratiempos.

Viernes 20 de Marzo:
El viaje iba a comenzar con una novedad, como casi siempre el vuelo a nuestro destino partía desde Madrid pero esta vez no llegaríamos allí por avión. Aprovechando que desde hacía ya un año malaga disponia de alta velocidad decidimos ir en el AVE.



Nos salía mejor de precio que el avion (70€ ida y vuelta) y en 2 horas y media estabamos en madrid. Luego casi una hora de metro para llegar a la T4 desde atocha y facturabamos con unas horas de antelación. El vuelo de Iberworld salió puntual (apenas 15 min de retraso), 9 horas de vuelo hasta Punta Cana y nada reseñable, salvo que está claro que esta compañía es una "low cost".Nada que ver con el servicio/comida/comfort de las grandes: Air France, Lufthansa,etc. Llegamos al aeropuerto, muy gracioso construido como si fuesen palapas. Pagamos los 10 $ de rigor por entrar en el pais y fuimos a por nuestro equipaje. Vivimos una de las recogidas de maletas mas caotica de nuestra vida. La cinta que transportaba las maletas era bastante corta y el numero de personas para recoger sus maletas muy alto (cerca de 400), si ademas le sumas que muchos no habian salido de sus casas en la vida y temian que sus maletas no llegarian pues ya tienes un caos formado. Tardamos media hora en conseguir las maletas y por fin salimos hacia el bus que nos llevaria al hotel. Ya en el autobus nos tocó esperar casi otra media hora hasta reunir a todos los que ibamos al complejo Catalonia. El hotel es de los mas cercanos al aeropuerto y en menos de 20 minutos habiamos llegado. Primero nos dejaron a los que ibamos a la zona royal, sólo 6 personas.
El cheking fue rápido y en pocos minutos ya teniamos las pulseritas de rigor y el pack de supervivencia (las tarjetas de la hab., el mapa del hotel y un bolsito porta todo).



Nos fuimos a la habitacion y nos quedamos esperando el equipaje. El primer contacto con el hotel fue muy bueno. Las instalaciones en general eran estupendas pero la habitación era impresionante.
Quizas la mejor en la que nos hemos alojado (y son unas cuantas jeje). Teniamos jacuzzi para 2 personas (separado del cuarto de baño), cama super king size, saloncito, pantalla plana 32", reproductor DVD y hasta autenticas hamacas en la terraza.

A la llegada toda la habitacón estaba decorada con flores naturales y las tipicas figuras con toallas. Además nos regalaron un par de albornoces y zapatillas y una botella de ron. El servicio tambien es excelente, por ejemplo, el chico que nos trajo la maleta nos aviso de que el restaurante cerraba en 20 minutos y nos acompañó con su cochecito para que pudieramos cenar algo, todo un detalle.Como suele ser normal en estos hoteles el buffet es enorme y con gran variedad. Cenamos muy bien pero seguramente no repitamos en el buffet ya que podemos comer a la carta en los restaurantes de especialidades. Un poco cansados nos fuimos a la habitación a deshacer la maleta y a dormir que en España eran ya las 4 de la mañana y notabamos el cansancio.



fuimos

Despertando en el Caribe.

Sabado 21 de Marzo 2009:

El jet lag no nos afectó demasiado y nos levantamos sobre las 7:00. La diferencia con España son 5 horas de menos, asi que en realidad para nuestro cuerpo eran las 12:00 y necesitabamos desayunar. Aqui amanece mas temprano, sobre las 6:30, asi que cuando salimos de la habitacion ya habia bastante sol. Había algunas nubes pero parecía que no iba a llover. Desayunamos en el restaurante Thalassa, exclusivo para clientes royal. El desayuno es a la carta, aunque tiene una zona buffet. Hay de todo lo que uno pueda desear, de hecho nos extraño algunas cosas "made in spain" como jamon serrano, lomo embuchado, morcilla,queso manchego... De lo mejorcito las tortillas servidas directamente a la mesa y con gran variedad de sabores (a partir de ahora la de salmon con queso fresco es mi favorita). Tras el desayuno fuimos a la playa. La playa es muy grande y se divide tambien en 2 secciones: Bavaro y Royal. Las palmeras llegan practicamente al agua y la arena es tipica caribeña: muy fina y muy blanca. Por buscarle alguna pega hay bastantes algas al entrar al agua. Hay personal retirandolas de la orilla continuamente y se ve que la playa está muy cuidada. El arrecife está relativamente cerca de la orilla lo que provoca la existencia de las algas. La playa cuenta con un centro de deportes acuaticos y un par de bares, ademas de bastantes hamacas y sombra. Establecemos nuestro campamento base cerca de la orilla y decidimos darnos un chapuzon antes de salir a pasear por la orilla. Nuestro hotel está situado en el extremo sur de punta cana y los hoteles mas cercanos ni siquiera se ven. Andamos primero hacia el sur (parte derecha de la playa). Una vez pasados los limites del hotel te encuentras unos puestecitos donde venden de todo. Los vendedores tienen prohibida la entrada al hotel asi que nada mas te ven salen corriendo hacia ti para convencerte de que visites su tienda. Con un "no gracias" y una sonrisa nos deshacemos de ellos y continuamos el paseo. La playa es totalmente salvaje y natural. No hay nada salvo selva y mar. Andamos mas de media hora y no divisamos nada especial asi que nos dimos media vuelta. De regreso el vendedor que nos abordó anteriormente nos "obligó" a visitar su tienda. Fue muy simpático y nos regaló un par de colgantes a pesar de que no compramos nada. Claro que nos dió su tarjeta y nos dijo que volvieramos a comprar allí que nos haria precio especial de amigo.

















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